Diseño para el Desarrollo Sostenible
Es un hecho que durante los últimos setenta y cinco años el diseño ha contribuido al bienestar y desarrollo humanos mediante la transformación continua del entorno, de las ideas y de las cosas.
Sin embargo, las problemáticas socioecológicas también llevan décadas revelando que las decisiones tomadas por los diseñadores tienen sus efectos negativos; han contribuido en la generación y expansión de patrones de pensamiento y comportamiento insostenibles cuyas consecuencias ponen en riesgo el desarrollo y bienestar humanos presente y futuro, la supervivencia de otras especies, y la sostenibilidad del sistema terrestre en el que todos coexistimos.
Si bien es cierto que las causas y los efectos son múltiples y diversos, que ocurren en diferentes tiempos y espacios, y que es posible que no sean evidentes o tangibles para algunos de nosotros; no cabe duda que los diseñadores influimos e interactuamos con los sistemas ecológicos, sociales y económicos, que somos responsables de las decisiones que tomamos y por lo tanto de sus consecuencias. Podemos inferir que los efectos negativos de nuestras decisiones de diseño devienen, entre otras cosas, de un problema de fragmentación y organización del conocimiento, de la disociación del diseño, de la visión reduccionista en la que operamos al ignorar o desterrar aspectos y conexiones de la realidad por considerarlos consciente o inconscientemente no significativos.
Resulta entonces paradójico pensar que una actividad humana, que una disciplina humanista, proyectual e integradora como lo es el diseño, se haya vuelto en contra de su propia finalidad –el bienestar y desarrollo humanos–, a través de sus acciones, su dinámica y sus efectos.
No obstante, está también en la propia naturaleza estratégica, transversal y transformadora del diseño y en la capacidad del diseñador, como proyectista y agente de cambio, la posibilidad de reconfigurar el sistema, de restablecer las conexiones que permitan que el diseño contribuya positivamente a su razón de ser: La sostenibilidad del bienestar, del desarrollo humano y del sistema terrestre del que todos dependemos y en el que todo y todos coexistimos.
Para ello, es necesario que los diseñadores pensemos en sistemas, asumamos la complejidad, ampliemos la perspectiva, conozcamos y comprendamos cómo es que todo y todos estamos interconectados, con qué elementos, factores y sistemas interactúan el diseño y los sistemas diseñados, dónde y cómo se llevan a cabo esas interacciones, qué efectos han tenido y tienen nuestras decisiones de diseño y los sistemas que hemos diseñado; todo ello con el propósito de generar estrategias y proyectar escenarios que nos permitan diseñar sistemas que a lo largo de su ciclo vital y en el transcurso de su dinámica beneficien a las personas –individual y colectivamente–, y a los ecosistemas de manera responsable, equitativa, integral y sostenible.
Sánchez Orozco, C. A. (2015-2023). Madrid: Metasystem Design | https://orcid.org/0000-0002-5023-2825
Tag:biosfera, ciclo de vida, ciclo vital, desarrollo, desarrollo humano, desarrollo sostenible, diseño, diseño para el desarrollo sostenible, diseño y bienestar humano, diseño y ciclo vital, diseño y economía, diseño y ecosistemas, diseño y sistemas, ecología, economía, economía alternativa, economía circular, economía ecológica, economía y ecología, educación, educación para el desarrollo sostenible, efectos, escenarios, escenarios de desarrollo sostenible del diseño, estrategias de diseño, investigación, límites del sistema terrestre, mapeo de sistemas, mapping, metasistema, metasystem design, scenario prototyping, sistema terrestre, sistemas, sostenibilidad, System prototyping, systems mapping